En distintos países del primer mundo se avanza en nuevas legislaciones laborales que, a priori, parecerían traer beneficios para los trabajadores en torno a mayor tiempo de desenso.

Ya sea reducción de horas, de jornadas como todo tipo de flexbilización. En el caso de Bélgica, el gobierno presentó una reforma laboral que permitirá a los empleados concentrar sus jornadas en cuatro de los cinco días de la semana, aunque este cambio no supondrá una reducción de las horas trabajadas, las cuales podrán ser de hasta 10 horas por día.

La novedad generó un interesante debate en el piso de C5N, en el que los periodistas analizaron sin tapujos las ventajas y desventajas que podría traer una reforma de ese tipo en el país. 

Entre sus puntos más salientes, el proyecto establece que los empleados podrán reducir un día de trabajo si aumentan el número de horas diarias trabajadas, de tal manera que podrían pasar de trabajar cinco a cuatro días.

También podrán trabajar más horas una semana para compensarlo con menos tiempo durante la siguiente.

A su vez, la reforma contempla una condición máxima de 9,5 horas de trabajo diarias ampliables a 10 horas, previo acuerdo entre empresa y sindicatos, informó la agencia de noticias Europa Press.

El objetivo de la reforma es "fortalecer a los trabajadores y las empresas", según indicó el presidente del Gobierno belga, Alexander De Croo, en una rueda de prensa ante los medios locales.

La reforma también propone que las empresas de más de 20 empleados deberán ofrecer a sus plantillas el derecho a la desconexión tras las horas de trabajo, lo que implica que no tendrán que contestar a las llamadas o responder a los emails entre las 11 de la noche y las 5 de la madrugada.