Es difícil pensar en argumentos más miserables y dolorosos que acusar a la víctima de los mismos actos que la hicieron sufrir.

Llevado a la política es lo que hizo Patricia Bullrich al acusar al peronismo de ser el causante de sus propios males, renegando de su propia historia cuando formó parte de una de las líneas internas del movimiento.

Ahora revolvió en la actuación del peronismo en los golpes militares del '55 y el '76 para responsabilizarlo por lo sucedido y hacer un parangón con el momento actual.