El asesinato del kiosquero en Ramos Mejía tuvo una amplificación enorme demostrando el uso político que hicieron los medios hegemónicos del hecho para esmerilar al Gobierno antes de las elecciones.

En Intratables se sumaron a la ola y debatieron el tema sobre el cual Diego Brancatelli debió surfear con delicadeza para no pisar el palito, demostrando empatía con los familiares de la víctima pero al mismo tiempo denunciando que los políticos opositores quería sacar tajada del hecho.

Y aprovechó que el abogado Agustín Rodríguez sostuvo que el Gobierno había liberado al asesino para desmentirlo y demostrar que había una campaña de fake news destinada a perjudicar al Gobierno.