Las "operetas mediáticas" son moneda corriente cuando se trata de embarrar la cancha a funcionarios del gobierno nacional. Esta vez fue Axel Kicillof quien desmintió un cruce con Marcos Lavagna del massismo.

"Ni una emboscada, ni chispas, ni nada. Yo no sé a dónde puede llegar el termómetro de la mentira electoral, pero esta vez estalló" reflexionó Kicillof señalando que no conocía personalmente a Lavagna y que nunca le propuso un debate sino que fue una persona que estaba presente ahí la que sugirió el mismo a los gritos.

Kicillof subrayó la "buena actitud del candidato" en ese momento mientras recorrían Mataderos y rechazó los títulares de La Nación, Clarín y Perfil que plantearon un supuesto "encontronazo".