Pedro Biscay, que tenía cargo hasta el 2019, fue echado del Banco Central por sus afirmaciones contrarias a "los objetivos" del Banco Central. Sin disimulo, esta es la razón formal que figura en el decreto con el que este jueves Mauricio Macri removió al funcionario que había sido designado por Axel Kicillof. 

El hecho, no sólo es polémico porque demuestra la persecución a quienes piensan distinto, sino porque, para colmo, el presidente había asegurado que nunca haría algo así. 

"Podemos pensar de distintas formas, pero la Ley debe ser respetada", afirmó el Jefe de Estado en el inicio de Sesiones del Congreso. Y agregó: "Una cosa es tener distintas visiones, otra avasallar las instituciones con proyectos personalistas o hacer uso del poder en beneficio propio". 

Este martes, el Presidente utilizó su poder de promover decretos, decisiones que no pasan por el Congreso nacional, para desplazar a un funcionario que le resultaba incómodo al Gobierno, por pensar distinto, por estar en contra de los objetivos neoliberales con los que Federico Sturzenegger conduce el Banco Central.