La declaración es fuerte. Se trata de los dichos bajo juramento del contralmirante retirado Luis Enrique López Mazzeo, uno de los imputados en el juicio que se lleva adelante por el hundimiento del submarino ARA San Juan que causó la muerte de sus 44 tripulantes.

“Cuando usted vea toda la documentación, se va a dar cuenta de que nosotros, cuando tuve que firmar el mensaje más doloroso en toda mi carrera que fue el cierre del caso SAR (por la búsqueda y rescate), teníamos detectada la posición del submarino y por eso habíamos coordinado con la Marina Británica el 5 de diciembre (de 2017) el pedido de un vehículo autónomo, porque sabíamos que podía estar únicamente en dos cañadones, que era lo que no podíamos verificar con todos los medios internacionales requeridos”, afirmó López Mazzeo ante la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia. 

Así confirmó que el Ejecutivo de entonces y el ministro Oscar Aguad sabía dónde se hallaba el submarino 20 días después de haber desaparecido.

¿Por qué Macri ordenó buscarlo un año más tarde?

El siniestro ocurrió el 15 de noviembre de 2017 pero recién un año más tarde, el 17 de noviembre de 2018, muy cerca del punto de desaparición y a 907 metros de profundidad, el buque de la Armada Argentina fue hallado por la empresa privada Ocean Infinity, contratada por el gobierno de Mauricio Macri para tal fin.

La confesión de quien fuera en aquella época comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada es clave para la querella y el fiscal el fiscal ante la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia, Norberto Bellve, quien recientemente pidió declaración indagatoria al expresidente Macri, al exministro de Defensa Oscar Aguad y al titular de la Armada Marcelo Srur.