Si algo sabe hacer Aníbal Fernández mejor que nadie es el cruce picante con los periodistas, y como lo estaban esperando al día siguiente de las elecciones, no defraudó.

Por eso replicó cada intento de que analizara en forma derrotista los resultados y hasta se dio el gusto de decirle a la movilera de Antonio Laje que la autocrítica se la guardaba para él.

Como el peronismo tiene tradición de haber perdido elecciones de medio término para recuperarse en las presidenciales, el ministro de Seguridad levantó a su electorado auspiciando que con el fin de la pandemia, los próximos dos años serán distintos.