"La están velando en la calle”, dijo un testigo de las recorridas a Noticias para describir el clima de despedida que vive la campaña de la gobernadora bonaerense. El entorno de María Eugenia Vidal dice que es “casi imposible” dar vuelta en octubre el resultado de agosto. 

Noticias también recogió un diálogo entre funcionarios vidalistas que es demoledor. "Vengo a ver a la jefa", le dijo uno a su interlocutor. "Yo recién salgo de verla. Qué se le va a hacer…", recibió como respuesta, a lo que sólo atinó a devolver un "fuerza". La conversación sucedió la semana pasada en el hall de entrada del edificio de Retiro, en la Ciudad, donde Vidal ejerce su cargo bonaerense. Los protagonistas fueron un ministro de su Gabinete y una dirigente del interior provincial que pasaba de visita por el búnker PRO de Avenida del Libertador.

Vidal planea mostrarse lo menos posible antes de sufrir la nueva derrota en las urnas. El 11 de diciembre abandonará la base militar de Morón y dicen volverá a vivir en la casa de sus padres, en la vivienda que tienen en la localidad de Haedo. Buscará un departamento en Capital o provincia para alquilar e instalarse definitivamente con sus hijos.

Según Noticias, sus peleas con Marcos Peña y la predilección del Presidente para con éste, empujó a la actual Gobernadora a soñar con armar un macrismo sin Macri.

No quiere ocupar un cargo ejecutivo en la Ciudad. “María Eugenia quiere armar un espacio que represente a ese 30% que la acompaña y con la gente que ella quiera. Un espacio chiquito, pero propio”, dicen dirigentes de su confianza. Quiere ser Senadora en 2021.

Pero para sobrevivir sin trabajar hasta esa fecha le propusieron armar una fundación que le permita recorrer el país y percibir un sueldo mensual, como hace Elisa Carrió con el Instituto Hannah Arendt.