La Justicia Federal de La Plata concedió este viernes el arresto domiciliario a Miguel Etchecolatz, condenado a cuatro reclusiones perpetuas por delitos de lesa humanidad y genocidio durante la última dictadura cívico-militar.

La decisión la adoptó el Tribunal Oral Federal 1 (TOF), al hacer lugar a un pedido de la defensa del exjefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la gestión del general Ramón Camps. Para ello argumentó sus 87 años, la hipertensión que padece y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

Sin embargo, por ahora el represor no podrá hacerse con ese insólito beneficio por una decisión de primera instancia que le impide acogerse a la prisión domiciliaria, ya que Etchecolatz está también procesado a disposición de otros jueces en el marco de otras causas por delitos de lesa humanidad.

No obstante, la abogada de Julio López en el juicio que se le siguió a Etchecolatz, Guadalupe Godoy, atribuyó la decisión judicial de beneficiar al condenado al radical cambio en la situación política, que se produjo con la asunción de Mauricio Macri a la Presidencia.

“Empezamos con el desmantelamiento de las estructuras que desde el Estado aportaban a los juicios y luego con un discurso muy agresivo hacia el movimiento de los derechos humanos en general, tratando de imponer nuevamente lo que fue a teoría de los dos demonios”, dijo la letrada.

Además alertó que, a pesar de la decisión de primera instancia, “sabemos que el resultado final necesariamente va a ser el otorgamiento definitivo de la prisión domiciliaria” para Etchecolatz, lo cual abriría las puertas de las cárceles al resto de los genocidas y represores juzgados en tribunales plantenses.