Recordemos que apenas un día después del triunfo de Mauricio Macri, el diario La Nación publicó una editorial titulada "No más venganza" donde pedía el beneficio de la prisión domiciliaria para represores. 

Desde febrero pasado juzgados federales de todo el país concedieron decenas de prisiones domiciliarias a militares y policías encarcelados.
Lo confirmaron fuentes del Ministerio de Justicia de la Nación al diario Clarín. Todos ellos obtuvieron la prisión domiciliaria por ser mayores de 70 años y tener problemas de salud, un beneficio que no es automático y depende del criterio del magistrado.


Al momento hay 510 condenados y procesados alojados en cárceles comunes en alrededor de 30 establecimientos penitenciarios de todo el país, entre los que sobresalen Ezeiza, Marcos Paz ó Bower en Córdoba.


Según revela Clarín, el titular del Episcopado, monseñor José María Arancedo, visitó hace unas semanas a los represores encarcelados. Y en abril el ministro de Defensa, el radical Julio Martínez, habilitó que los presos de lesa humanidad puedan volver a ser atendidos en hospitales militares, lo que había sido prohibido por su antecesor, Agustín Rossi, luego de que dos condenados, Gustavo De Marchi y Jorge Olivera, se fugaran del Hospital Militar Central en julio de 2013.