Otra decisión polémica del Gobierno de Mauricio Macri, que genera repudio en los organismos de Derechos Humanos del país: el Estado no apelará el beneficio de prisión domiciliaria a represores.

Según consignó Clarín, el Gobierno prevé un aumento de requerimientos para el pedido de prisión domiciliaria, pero que "se impone la decisión política de no apelar".

Desde la secretaría de Derechos Humanos, explican: "Es el tiempo que nos toca vivir", mientras el presidente vuelve a poner sobre el tapete temas que ya la sociedad pensaba que estaban sepultados.

La ideología de Macri se conocía de antes de las elecciones: todos recordarán el "curro" de los Derechos Humanos y otras declaraciones polémicas. Ahora, esas palabras se transformaron en hechos.

Primero fueron las demoras en los juicios de lesa humanidad, el beneficio de prisión domiciliaria a represores, las palabras del presidente sobre la "guerra sucia" y los desfiles de militares en el Día de la Independencia, entre otros hechos calamitosos.

La semana pasada, el Gobierno decidió dejar de ser querellante en el caso Saiegh: un delicado episodio donde investigan delitos perpetrados por un grupo de tareas de represores de la Policía Federal.