Además de la quita de subsidios anunciada, habrá un cambio en la facturación por lo que las tarifas de gas en todo el país y las de electricidad en Capital Federal y Gran Buenos Aires pasarían a ser mensuales con el nuevo Gobierno, con la idea de que el impacto se perciba en menor grado en el bolsillo de los usuarios a la hora de pagar con el recorte de los subsidios que está en estudio. Se buscaría además que los usuarios tengan una relación más comparable con las facturas que ya son mensuales y no están subsidiadas, como las de cable, telefonía celular e internet.

En lo que se refiere a la energía eléctrica en particular, otro criterio que va ganando terreno es que en las facturas sólo aparezcan el cargo fijo y el variable y los impuestos. Para esto deberían eliminarse el plan de ahorro que se viene aplicando desde 2005; el renglón del FOCEDE , fondo que las distribuidoras deben destinar para obras; y el factor de estabilización por el cual en los bimestres de menor consumo se paga un poco más para deducirlo cuando el consumo es mayor.

El tema es que con esa "simplificación" será más difícil saber puntualmente qué se está pagando y a qué se destina ese dinero.