El plan Scioli prevé evitar la devaluación y el ajuste fiscal salvaje

Scioli quiere evitar la devaluación o hacer una corrección muy gradual deI tipo de cambio, eliminar retenciones del trigo y el maíz; bajar la retención de la soja y aumentar los reembolsos a la exportación.

El equipo económico de Daniel Scioli esta pensando en soluciones sensibles y graduales, en vez de un ataque integral a los todos los supuestos desequilibrios macroeconómicos. La idea central es recurrir puntualmente al financiamiento para resolver el desequilibrio de las cuentas y descomprimir el primer semestre de gobierno. Nadie espera que el financiamiento vaya a reemplazar la monetización del déficit fiscal, el relativo atraso cambiario, y la necesidad de inversión, en forma inmediata. El déficit de la balanza de pagos es para el equipo de Scioli una prioridad, sin embargo, Scioli considera inviable en el corto plazo una mega devaluación para corregir el faltante de dólares y obtener un aumento de reservas, a costa de un estallido social. Podrían venir unos u$s 5.000 millones del Banco Mundial, BID y la CAF; u$s 7.000 millones de Ia soja retenida; u$s 6.000 millones mas con un nuevo blanqueo; y se pueden articular nuevos swap con China, Rusia, Brasil (10.000 millones mas). Sin demasiada osadía se pueden colocar otros 10.000 millones mas en el mercado voluntario (la relación deuda/PBI, solo aumentaría 1,66%). Es cierto que sin devaluación es más difícil atraer la inversión, es que siempre la inversión privada requiere mas pesos por sus dólares. Scioli se inclinaría por darle estímulos al sector privado para que invierta, para aumentar la producción de energía, se aumentaría el precio de referencia del barril de crudo por encima del precio internacional y se estarían negociando nuevas aportaciones de financiamiento y capital. Para estimular a los sectores productivos, se otorgarán créditos a tasas bajas a través del nuevo banco de desarrollo y muchas otras soluciones heterodoxas. Scioli pretende reducir la tasa de inflación aumentando la inversión a través de subsidios a la oferta agregada, bajando impuestos y otorgando crédito subsidiado.

El plan Macri no va a evitar la devaluación ni un ajuste fiscal de magnitud

Sus economistas creen en devaluar, frenar la emisión monetaria y llevar adelante una importante reducción del déficit fiscal, como si todo esto se pudiera realizar, sin pagar el costo político y social que ello implicaría. Harían un fuerte ajuste del gasto, trasladarían aumentos a las tarifas y, la recaudación caería porque según anunciaron, van a quitar las retenciones en el corto plazo, junto con el Impuesto a las Ganancias.

El riesgo de encarar una reducción del gasto público es que termine aumentando el déficit fiscal vuelva a resentirse el nivel de actividad como con De la Rúa y, consecuentemente la recaudación, como en aquella época,  y como ocurre actualmente en Brasil, donde se hizo un fenomenal ajuste, sin conseguir nada, porque mayor fue la caída de la recaudación que el ahorro del gasto.

El equipo económico de Macri, tiene grabado en su ADN que no se pueden seguir postergando los  problemas “macro”, que ellos privilegian por sobre los aspectos sociales. Tienen convicción que la Argentina debe ir por un plan integral, aplicaran un plan fiscal, monetario y salarial, lo suficientemente ortodoxo para conformar a los organismos multilaterales, la banca de inversión, las calificadoras de crédito y las corporaciones multinacionales; posiblemente crean en una mega devaluación, con un traslado menor –a nivel nominal- a precios. Los economistas de Macri creen que no ir por un plan integral es “pan para hoy y hambre para mañana”. Los “Macri boys” creen que para volver a conseguir inversiones extranjeras, la Argentina debe intentar un    ataque integral a los presuntos extremados desequilibrios macroeconómicos, y a los problemas   estructurales que fueron su “causa”. - ¿Cuales?  - la   excesiva  intervención  estatal,  la  intromisión  en precios y, la orientación a China, Rusia y Mercosur, de la política  económica. En conclusión, para el equipo económico de Macri la Argentina debe salir de Latinoamérica y comenzar a asemejarse a los “países serios”. Y esto es simplemente ideológico, una especie de sentido común de parte de la dirigencia Argentina. Dos modelos económicos en balotaje.