Casi cinco años después de haberse ido del peronismo bonaerense, Sergio Massa da el primer paso hacia lo que podría ser el camino de retorno a casa. Durante ese tiempo hubo tres elecciones (con sus correspondientes PASO), victorias, derrotas (sobre todo derrotas) e infinitos cambios de vereda. Tal vez pocas aventuras personales describan mejor lo incómoda que fue esta etapa para todo el peronismo.

Y cuando hablamos de esta etapa no nos referimos a lo que se inició cuando el tigrense inscribió pocas horas antes del cierre del listas del 2013 al Frente Renovador, sino a la consolidación del kirchnerismo como una tendencia propia dentro y fuera del peronismo y las mil u una disputas que se generaron. Pero como para referirse a eso hay que irse muy para atrás y extenderse demasiado, mejor mirar la historia desde el otro protagonista de la foto de la nota: el presidente del PJ Bonaerense, Gustavo 'Tano' Menéndez.

En 2013, el ahora intendente de Merlo apenas manejaba la agrupación local 'Grande Merlo'. El municipio era conducido por Raúl Othacehé. El 'Vasco' fue uno de los barones del conurbano más temibles. De ser necesario, hacía hizo sentir el rigor en el distrito a fuerza de amenazas y aprietes a los opositores. 

Con Othacehé como intendente del FpV y sin que lo dejaron competir en una interna, para Menéndez fue un paso lógico formar una alianza con el entonces intendente de Tigre. Massa venía a darle voz a aquellos peronistas de la Provincia que no se sentían cómodos con Cristina Kirchner y que se le plantaron en la vereda de enfrente para esos comicios en los que le ganaron a Martín Insaurralde.  Además contaron con el apoyo de todos los sectores de la sociedad que buscaban frenar al kirchenrismo como sea. Con el tiempo Macri se volvería la opción real y más apetecible, pero en el 2013 era Massa. El Tano no logró imponerse contra la lista del Vasco, pero junto al Frente Renovador logró un importante segundo lugar a pocos puntos.

El relato ahora se pone interesante a la vez que confuso. En 2015, previo a las elecciones, Otacehé teme una derrota y se pasa al Frente Renovador. La decisión llevó a Menéndez a mudarse a la vereda de en frente, es decir, volver al Frente para la Victoria. El barón de Merlo creía que el mejor lugar para retener el poder era junto a Massa. Sin embargo, cuando las fichas se fueron reacomodando y Daniel Scioli se convirtió en el candidato a presidente, el Vasco tomó la garrocha y regresó al FpV. Por aquellos días el garrochismo estaba de moda. 

Menéndez tenía dos opciones, volver al ya debilitado FR o enfrentar al barón en la PASO. Esta vez sí el kirchnerismo le habilitó la opción y en agosto pasó lo que pocos hubieran imaginado. Menéndez destronó a Otacehé en las elecciones primarias. Y en octubre, ya con todo dado, logró hacerse con la jefatura comunal.

Con Macri en la Rosada y María Eugenia Vidal en La Plata, el Tano tuvo la suficiente muñeca para generar un armado con los intendentes nuevos intendentes del conurbano. Junto a Leo Nardini (Malvinas), Ariel Sujarchuk (Escobar), Walter (Festa) y hasta Verónica Magario (La Matanza), protagonizó el Grupo Fénix. Incluso se presentó como uno de los principales aliados del Papa Francisco cuando firmó el Pacto de Padua. 

El año pasado, Menéndez fue uno de los que impulsó correrse del PJ para apoyar la candidatura de Cristina Kirchner en Unidad Ciudadana. Y sobre el final del año le ganó el mano a mano a Fernando Espinoza para conducir el PJ Bonaerense.

Un dato curioso es que parase hacerse del cargo de presidente formó un tandem con Insaurralde. El movedizo intendente de Lomas es una figura clave en el actual armado del PJ. 

Como sabemos, es usual que las personas se pongan metas cuando arranca el año, en especial los que se van mirar el mar desde la costa atlántica. Para Ménendez, ese objetivo ya estaba trazado incluso antes de las fiestas: atraer a los peronistas díscolos del PJ, entre ellos Sergio Massa.

El tigrense podrá haber perdido los votos en los sufragios posteriores, incluso varios dirigentes lo abandonaron en este tiempo. Pero sin dudas, su vuelta sería el primer paso para que gran parte de la dirigencia se reencuentro con el sello partidario. 

¿Qué pasará con Margarita Stolbizer, que cómo se tomó Cristina y La Cámpora esta foto, que cómo van a llegar todos juntos al 2019? Esas son preguntas para charlar otro día y el verano es largo.