El Gobierno griego acepto un acuerdo para que el país reciba un tercer rescate financiero. Algo de dinero recibirá. Como muchos sabemos, se ha temido que una eventual salida de Grecia (Grexit) de la eurozona, provocara el desplome de los mercados mundiales y que esto asestaría un duro golpe a la Unión Monetaria. La confusión reinó al tiempo que se mezclo  con el mercado bursátil chino que en forma coincidente cayó más del 30% esa semana, esto  preocupaba al mundo entero, hablamos de China, la primera o segunda economía del mundo.

Volviendo a Grecia, Tsipras inició las conversaciones con el eurogrupo mostrándose fuerte, tenía que exteriorizar la defensa de las ideas que lo llevaron al poder, “el fin de la austeridad en Grecia”. Un planteo desacatado que colisionaba con la intolerancia de la troika: (Unión Europea, FMI y Banco Central Europeo). El proceso de negociación no tuvo ninguna relación con “demasiados errores de las partes”, como en algunos medios se dijo. No se puede ser tan ingenuo. En una negociación donde el deudor sabe que nunca va a pagar y el acreedor asume que nunca va a cobrar el 100% es muy importante guardar las formas. Lo que se esta tratando de evitar es el  descarrilamiento a 180 Km. por hora (relación deuda/ PBI de Grecia 180%). Con una relación de 56% Argentina incumplió en 2001. Hemos visto una comedia que canjeó una fantasía por una próxima tribulación, las supuestas posturas y amenazas eran imprescindibles para la tribuna. Europa gana tiempo manteniendo la estabilidad del euro, evitando que un país abandone el sistema y que así se produzcan efectos colaterales, no deseados. Grecia gana tiempo, a cambio recibe un poquito más de euros prestados y sigue manteniéndose en la unión monetaria. Se le da más dinero a Grecia, para que luego la mayor o menor austeridad empeore la economía paulatinamente, hasta que se haga inviable. En una reestructuración de deuda, la creación de un show entre las partes es elemental para los primeros tramos. “Patear la pelota para adelante” es de manual, cuando se esta al corriente que no habrá salida ni siquiera en el futuro. Hemos estado viendo cómo se demoraban respuestas y cómo cambiaban expresiones alejadas de la realidad. Hubo una receptividad de Grecia frente a sus interlocutores, que descubre la clara idea que cualquier cosa que se arreglara era exactamente lo mismo, “total no vamos a cumplir”. La inconsistencia del acuerdo es de magnitud, y sus resultados se ven reflejados en las dos reestructuraciones anteriores, con la misma receta: “ajuste”.

Digamos que desde lo político, el hecho que el Gobierno de Tsipras haya aceptado un acuerdo que inicialmente rechazó, con referéndum favorable a su propuesta es poco serio, pero tiene explicación. Los acreedores saben que Grecia nunca va a recibir los 86.000 millones de euros que prometieron, ni tampoco Grecia va a realizar unas reformas tan impopulares que conviertan el país en un caos. La posibilidad futura de la salida del euro sigue en carpeta, en cuanto las partes estén listas para el próximo incumplimiento. Todavía este arreglo sigue resolviendo problemas de bancos y organismos multilaterales, como en 1998 Rusia, 1999 Brasil, 2001 Argentina. Grecia tenía el “plan B” de entrada, estaba listo por si los alemanes buscaban el fracaso de las negociaciones -un disciplinamiento para intimidar a España, Irlanda, Portugal, Italia-. Por otra parte, un desaguisado le hubiera impedido abrir el corralito a Tsipras, y esa cuestión hubiera terminado en tener que disolver el gobierno. “Tirar la pelota para adelante”, siempre es una buena solución para todos, especialmente para EE.UU.-un actor indirecto estancado-, Alemania y Francia, que necesitan confianza. Evitar un shock y esperar un “descarrilamiento en cámara lenta” es mejor que un choque de trenes. Merkel, tenía que defender una postura de “dama de hierro”, y Tsipras el rol: “que se doble, pero que no se rompa”, mientras siguen desarrollando una conciencia comunitaria de: “no hay solución”. El caso griego, otra vez tuvo grandes implicancias financieras en todo el mundo. Hubo grandes negocios, las bolsas cayeron (cuando alguien vende, otro compra), el euro se situó debajo de u$s 1,10, y explotaron los (CDS) Credit Default Swaps-seguros de default. Recuerde, siempre que se hace una restructuración, es aconsejable mostrar “voluntad de pago”-independientemente de lo que diga la realidad-esto se aconseja en “negociaciones primero inferior”, para poder ir dando los pasos graduales y sin sobresaltos de un proceso irreversible que alguna vez tendrá que ser serio, antes o después del default.