Varios de los casos que te presentamos fueron dirimidos por jueces, otros alcanzaron un acuerdo extrajudicial y algunos quedaron simplemente en capacidad auditiva de distintos músicos.

Rockeros argentinos y músicos históricos de todo el mundo aprovecharon el paso del tiempo, o el poco conocimiento de ciertos hits de otros países, para apropiarse de riffs y secuencias de acordes y así activar el éxito de otros artistas en distintas latitudes.

La discusión será eterna y, mientras los autores respeten los derechos de quienes crearon aquellos pegadizos ritmos, este tipo de casos continuará repitiéndose.