El primer tema no fue una buena elección, por lo que puede decirse que el recital recién comenzó cuando tocaron el single Days y el cantante Jonny Pierce saludó: "Buenos Aires, estamos muy contentos de estar acá... Somos The Drums de New York City." Ahí sí, el público reaccionó con un grito y el ambiente se relajó.

Es un dúo muy visual. Casi como si estuviera nadando, el Ian neoyorquino mueve sus brazos de lado a lado mientras canta. El tecladista gesticula, lleva rítmicamente el mentón al pecho y toca la pandereta (más que al teclado). Se los nota metidos en la música. Entre ellos esta todo muy bien, hay sintonía.

En este último album las letras son directas y tocan temas como la ira, la soledad, el miedo a la pérdida de relaciones que hacen bien y hasta se animan a un track sobre el amor homosexual: 'I hope time doesn’t change him'.

En 'Encyclopedia' resaltan sus melodías delicadas y fuertes a la vez. “Van a oír el sonido de las guitarras como si fueran una vaca agonizando y así es como queríamos que sonaran”, comenta Jonathan Pierce en Spotify.

Habían venido al país por última vez para un festival en 2012. Es una banda que tiene un reducido grupo de seguidores en argentina, de hecho Groove no se llenó. Lejos del caretaje que se ve en otros recitales internacionales, los que estaban ahí parecían disfrutan en serio de su música.

La noche explotó con Money del disco 'Portamento', (una pena que no tocaron más temas de éste que es su mejor álbum). Dejaron al público bastante manija, algunos hasta se quedaron en la puerta esperándolos salir para conseguir una foto. Que bien hacen estas visitas. Ojalá vuelvan pronto.