El vocalista y compositor de Slipknot, Corey Taylor, pasó un mal momento al final de un concierto que brindó la banda metalera ayer por la noche en Georgia, Estados Unidos, luego de caerse del escenario.

El accidente fue bastante inoportuno, teniendo en cuenta que Taylor se encontraba en plena recuperación por una cirugía en su médula espinal. De hecho, el músico ha estado utilizando un cuello ortopédico durante sus presentaciones y los médicos le aconsejaron que no salte ni se mueva demasiado, aunque esto resulte muy difícil en un recital de Slipknot.

La banda metalera todavía tiene más de un mes de conciertos en Estados Unidos, y se espera que Taylor se recupere prontamente para continuar con la gira.