Cuando el telón se apartó para desnudar una nueva aventura de la Caravana Mágica, ya había algunas mujeres predispuestas a terminar el show en ropa interior. Por el calor y por la costumbre también.

La noticia de que Gustavo Cordera volvía a interpretar esas canciones que calaron hondo en los sentimientos de muchos, animó a sus viejos fanáticos a arrimarse hasta San Telmo. Hay que decir que las pibas enloquecidas nunca dejaron de aparecer sobre el escenario, vigentes como siempre para bailar con el 'pelado' en cada cierre.

"Me la juego a morir", "Tenete fe", "Sacate la gorra" y "La Caravana" sacaron a relucir el costado más rockero del grupo que acompaña a Cordera desde 2010. Luego, tras un momento de reflexión con "Ansiedad de buscar", comenzaron a aparecer -uno a uno y mezclados en la lista de temas- algunos de los himnos que se inmortalizaron en el inconsciente colectivo de los argentinos.

"La Soledad", El Baile de la Gambeta", "Otra Sudestada", "De ahí soy yo" (con la participación de Alejandor Balbis como segunda voz) "Un pacto" (con la espectacular voz de Abel Pintos, "Sencillamente" y "Mi Caramelo" (versión trío de guitarras) fueron los viejos conocidos que sonaron la noche del domingo.

Los bandos estaban claros: "ole olé, olé olé olá. De la cabeza con Bersuit Vergarabat", cantaban los unos. Mientras que los otros, manifestaban su rechazo con algunos silbidos. Es evidente que la herida de la separación aún no está cerrada, pero la mayoría de los que llenaron este fin de semana La Trastienda -por tres noches consecutivas- ya aceptaron y se apoderaron de las nuevas canciones también. "Las canciones que hago hace ya 26 años son de la gente", trató de poner paños fríos.

Con "Equivocarme y hacerlo", el 'pelado' llama a no ser normal, a hacer todo mal y a equivocarse sin miedo. En "Remamos" se une a su pareja Stella Maris Céspedes para cantar al amor. "No es que sea viejo", tuvo como invitado la noche del viernes y sábado a Mex Urtizberea, con lo cual la receta grabada por Palito Ortega debió haber tenido un gusto distinto.

Cuando Abel Pintos subió al escenario para interpretar "un pacto", su voz lideró un coro que cantó al unísono, mientras seis manos acariciaban las encordadas, reviviendo aquella versión de "de la cabeza..."

La Caravana Mágica está compuesta por Chacho Piriz, Leandro Perdomo y Juan Ignacio Serrano (guitarra y coros), Licina Picón (teclados y coros), José María "Pepe" Oreggioni (bajo) y Matías Ruiz (batería) y Stella Maris Céspedes (coros y segunda voz).

Todos ellos contribuyeron a la pócima fiestera que se largó luego del momento romanticón: "El lisiadito", "Asalto de cumbia" y "La bomba loca" hicieron delirar a los más bailanteros, y a los menos también.

"Si no nos morimos el año pasado, no nos morimos más", lanzó el músico para dejar entrever que la economía de su nuevo grupo pasó por momentos difíciles: "Le agradezco a Sony por bancarnos aunque los tres discos (contando su primero solista, 'Suelto') que sacamos dieron pérdida", se sinceró.

El manifiesto que terminó la lista fue "Soy mi soberano", como una auténtica declaración de principios, Gustavo cree en sí mismo sobre todas las cosas. Aunque la invitación a mirarse cada uno como único, como diferente, deja en claro que Cordera seguirá emocionándonos y haciéndonos replantear ciertas estructuras impuestas.