Cristian Aldana, el excantante de El Otro Yo, se encuentra detenido con prisión preventiva en el penal de Marcos Paz desde el 22 de diciembre de 2016, procesado por el delito de abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante y corrupción de menores en siete oportunidades. La revista Rolling Stone informó que el juicio comenzará este 22 de mayo. 

Son siete las mujeres que se animaron a denunciarlo y ahora en las audiencias previo al juicio al músico, se sumarían cuatro más que van a aportar sus testimonios.  

Según las denuncias, los casos de abuso tuvieron lugar entre los años 1999 y 2010, siempre en las oficinas del sello discográfico de la banda. Tres de las víctimas hicieron un vídeo donde relataron a cámara las violencias que sufrieron por parte del cantante. Una vez que difundieron sus testimonios en las redes sociales, se dieron a conocer más casos y se acercaron a UFEM para efectuar la denuncia.

En todos los casos se vio reflejado la metodología que utilizaba Cristian Aldana y un patrón de conducta claro. Contactaba a sus fans y cuando empezaron a relacionarse con él tenían entre 13 y 16 años. La mayoría no tenía experiencia sexual y se aprovechaba de las menores que estaban con alguna situación crítica familiar. Siempre las contactaba a través del blog de El Otro Yo. 

El caso fue a Primera Instancia, al Juzgado de Instrucción N°17 y ahora al TOC N°25 para el debate. En enero de 2017, Aldana mantuvo una conversación por correspondencia con Rolling Stone desde la cárcel, donde dijo que "no existieron tales encuentros, individuales ni grupales. Ni siquiera tengo conocimiento personal con las denunciantes, más allá de que ellas, como seguidoras de EOY, hayan ido a los shows".

Sin embargo, cuando su abogado pidió la excarcelación hasta el juicio fue denegada por la Sala de Feria "A" de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, que en su resolución dijo que, para cometer los delitos, se valió "de la admiración que generaba en sus víctimas debido a su actividad como integrante de una banda musical de la cual aquellas eran seguidoras", y que se tornaba necesario evitar el riesgo de entorpecimiento por eventual intimidación a las mujeres, testigos y posibles víctimas de Aldana.