Ocurrió en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina II, en Santiago, Chile, donde el recluso Alexis Rivera Otarola logró fugarse en el interior de un sillón sin que Gendarmería se de cuenta.


Cuando se emitió la notificación de la fuga, los agentes realizaron el recuento de todos los presos y se confirmó que Rivera Otarola, culpable de los delitos de robo con violencia y robo con intimidación, se había escapado.


El preso logró evadir el control policial ocultándose en el interior de un sillón que había fabricado dentro del recinto penitenciario donde cumplía una condena de 15 años.


El director regional metropolitano de Gendarmería, Juan Carlos Manríquez, visitó la cárcel para conocer en detalle los antecedentes del hecho.