Se trata de Daniel Medforth, de 36 años, quien luego de tomar unas copas de más en una fiesta no tuvo la mejor idea que ingerir 35 pastillas de viagra una atrás de la otra para “ver que pasaba”, como una apuesta que hizo con sus amigos.

El hombre, que tiene una esposa, dos hijos y un trabajo estable, comenzó a ver todo con un tono verdoso, además de sufrir mareos y náuseas.

Su mujer lo llevó al hospital y Medforth contó que los médicos “tenían que aguantarse la risa” cuando se dirigían a él. Los efectos secundarios no fueron más allá de fuertes dolores de cabeza, de estómago y una erección que duró cinco días.