Una gran cantidad de personas se acercaron a la ciudad japonesa de Kawasaki para adorar a una única figura: el pene. El festival, llamado "Kanamara Matsuri" -"Festival del falo de acero", se lleva a cabo el primer domingo de abril de cada año.


El objetivo consiste en rendirle culto al pene para pedir por la fertilidad y el bienestar de la pareja o la prosperidad del matrimonio.

La fiesta gira en torno a un santuario local en el que se venera el pene, antiguamente frecuentado por prostitutas que rezaban para pedir protección contra las enfermedades de transmisión sexual. Allí hay todo tipo de figuras genitales tanto masculinas como femeninas, aunque la reliquia más importante es el falo de acero que le da el nombre al festival.

La leyenda cuenta que un espíritu maligno -una especie de demonio- se encaprichó con una joven y decidió que no la compartiría con nadie. Para ello, se adentró en la vagina de la mujer por si alguien intentaba penetrarla. En ese caso, el estaría allí esperando con sus afilados dientes preparado para morder y destrozar el miembro viril. Así fue que dos jóvenes que intentaron estar con la chica terminaron de la peor manera. La mujer, cansada de la tortura de no poder tener relaciones con nadie, le pidió a un herrero que fabricara un pene de acero para que cuando el espíritu maligno se decidiera a morder, se rompiera toda la dentadura y dejara en paz a la chica para siempre.