Ocurrió en Virginia, Estados Unidos, donde un crematorio comenzó a arder en llamas luego de incinerar los restos de un hombre de 225 kilos.


El fuego se originó debido a la cantidad de grasa acumulada del cuerpo la cual provocó una enorme cantidad de aceite y calor.

Según contaron los encargados del lugar, la grasa llegó al techo y ocasionó el fuego. "El hombre era un poco más grande de lo que habíamos cremado en el pasado", dijeron.