Jesús Ibarra vive en Hesperia, al sur de California, y fue detenido luego de que las autoridades hallaran en su cochera un cargamento de golosinas que había sido denunciado como robado, por una empresa de transporte.

En realidad, los dulces de Mars Candy Co. no habían pasado una inspección de calidad y por ello iban a ser trasladados a un lugar del condado de San Bernardino para ser destruidos: cuando el transportista disponía el traslado, detectó un faltante entre la mercadería, que más tarde se contabilizaría en 3400 kilos de caramelos.

El garage de Ibarra estaba lleno de dulces robados -cerca de 30 estantes repletos de productos- y las autoridades dieron con el ladrón gracias a las redes sociales: el hombre publicó avisos en Facebook intentando vender la mercadería a un precio mucho menor al habitual.

“Cuando la policía entró a la cochera, encontró cerca de 30 compartimentos con cajas de dulce, que ya habían sido etiquetadas con precios”, dijeron policías a NY Daily News.

Al parecer, el ladrón ya había cobrado cerca una suma importante de dinero por ventas ilegales, pero al reconocer el robo fue puesto en libertad bajo fianza.