Un joven británico padeció una involuntaria y extensa erección que le duró 17 horas, y por esta razón tuvo que recibir 24 inyecciones y se le extrajo un litro de sangre de su miembro, para volverlo a su estado ‘normal’.

De acuerdo al portal británico The Northern Echo, el pobre hombre de 23 años, llamado Jason Garnett, se despertó el pasado viernes con una erección, que durante las primeras horas de la mañana parecía normal.

Sin embargo, el joven comenzó a preocuparse al mediodía, al notar que el miembro persistía erecto tras haber transcurrido algunos horas, e incluso, luego de una salida a trotar y una ducha de agua helada.

Su pene le empezó a doler, y entonces, preocupado, se acercó a un hospital, donde los doctores diagnosticaron un caso de priapismo, una condición que es considerada emergencia médica, y que debe ser tratada antes de 24 las horas o puede afectar la capacidad eréctil del paciente en el futuro.

En consecuencia, el joven recibió 24 inyecciones para reducir el flujo sanguíneo, y también se le extrajo un litro de sangre. Según el Huffington Post, el joven calificó el dolor de una intensidad 'nivel 10', en una escala de 1 a 10, luego de la atención médica.

"Ver a alguien apuñalando mi pene con una aguja fue una experiencia horrible, parecía la escena de una película de terror", confesó Jason, según el diario Sun.

"Ahora está completamente normal", afirmó Garnett al Huffington Post, añadiendo que lo único raro es que ahora su pene parece recién salido de la guerra, mientras reconoció: "Está todo un poco azul y negro".