Henrik Eide Dahl, de 14 años, proveniente de Noruega, quedó en coma tras ingerir cuatro litros de energizantes para mantenerse despierto en las 16 horas que le dedicó a un videojuego online. El joven lleva 13 días en el hospital por un fallo renal.


Según los médicos, fueron precisamente las bebidas energéticas lo que afectó al sistema central nervioso, sistema cardiovascular, pulmones y riñones, poniendo en riesgo la vida del adolescente, informa la agencia Europa Press.