Ocurrió en un restaurante en Carolina del Norte, Estados Unidos, donde Derek Guilliam festejaba su cumpleaños acompañado de su esposa y su hija Gabriela, de dos años.

Todo iba bien hasta que Derek comenzó a notar un extraño comportamiento en su hija, que ponía caras raras después de haber tomado la bebida que había pedido. Y es que la mesera, en lugar de servirle su jugo de arándano, le dio sangría por equivocación, por lo que Gabriela estaba borracha.

La nena tuvo que ser trasladada al hospital, donde los médicos confirmaron la ingesta de alcohol.

“Uno no debería temer por la vida de una nena de dos años por un error tan estúpido como este”, dijo el padre, Derek, a Fox News.

La red de restaurantes Texas Roadhouse, que cuenta con más de 400 puntos de venta en todo Estados Unidos, se disculpó por el "error honesto" y pagó la cena familiar.