Se trata de Lena Lupari, de 26 años, proveniente de Newtownabbey, al norte de Irlanda, quien se hizo tan adicta a las bebidas energéticas que llegó a tomar hasta 28 latas por día, lo que le provocó una ceguera permanente.

Según contó la mujer, todo comenzó porque sus tres hijos tenían tantas actividades que no podía parar ni un momento, por lo que comenzó a ingerir latas de Red Bull para mantenerse de pie durante el día, ya que esta bebida supone un gran aporte de cafeína.

La joven asegura que no era consciente del daño que se estaba haciendo a sí misma. En total ingería 3.000 calorías diarias por días, suministradas por los siete litros de bebida energética que tomaba a diario, y se alimentaba principalmente a base de pasta y comida chatarra.

Lupari debió ser ingresada de urgencia en un hospital luego de que su cerebro se hinchara excesivamente por la gran cantidad de bebida energética ingerida, lo que le provocó la pérdida permanente de la vista.

Los médicos que la trataron le advirtieron que si no comenzaba a cuidarse y a bajar de peso, sus problemas de salud podrían empeorar.