Un hombre de 37 años originario de Yemen se encuentra hace 13 tras las rejas en Guantanamo, luego de que funcionarios estadounidenses confundieran su identidad, pensando que se trataba de un miembro importante de al-Qaeda.

Al-Aziz es uno de los 107 prisioneros, de los cuales casi 50 de ellos espera su pronta liberación. Fue capturado en Afganistán y, a pesar del error de identificación cometido en su caso, todavía no tiene aprobada su salida.

Un perfil detallado de Al-Aziz señala que él era un "luchador islámico que combatió con yihadistas" en Afganistán y se asoció con miembros de Al-Qaeda.

El documento, elaborado por el Pentágono, precisa que funcionarios estadounidenses reconocieron que estaban equivocados al pensar que era un entrenador del grupo extremista.

"Él nos dijo que si bien no se puede cambiar el pasado, sin duda habría elegido un camino diferente", manifestaron los abogados de Al-Aziz designados por el gobierno de Estados Unidos en un comunicado. "Él quiere recuperar su vida", agregaron.

Los representantes de Al-Aziz dijeron que el detenido iría a cualquier país que lo acepte.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está decidido a cerrar la prisión antes del final de su mandato, en 2017, sin embargo se enfrenta a la oposición del Congreso. La misma fue establecida en 2002 por la administración de George W. Bush, para trasladar a los sospechosos más peligrosos para ser interrogados y juzgados por crímenes de guerra.