El explorador estadounidense Dan Buettner pactó con National Geographic para llevar a cabo el proyecto "Blue Zones", que consistió en varios años de investigación a las comunidades más longevas del mundo, como es el caso de Salinus, en la isla italiana de Cerdeña, Nicoya, en Costa Rica, Icaria, en Grecia y Okinawa, en Japón.


En sus viajes descubrió que no importa la calidad de los hospitales o la preparación de los médicos en un determinado país, como en el caso de Estados Unidos, que ocupa el lugar 26ª en el índice de esperanza de vida de los países desarrollados, pero que sin embargo está muy lejos de ser uno de los países más longevos.

Buettner notó varios hábitos en común entre los habitantes de estas regiones, como el hecho de que nadie fuma, realizan actividades físicas con regularidad, mantienen relaciones sociales y el núcleo familiar unido y siguen una dieta basada en vegetales. Sin embargo, algunas comunidades tienen su particularidad. En el caso de Salinus, sus habitantes toman vino tinto con frecuencia y son las mujeres las que se encargan de la economía familiar. En Okinawa, por su parte, tratan de no andar a las corridas y tienen un propósito claro para cualquier tipo de actividad.


En Estados Unidos, más de un tercio de la población sufre de obesidad. Esto motivó a Buettner a querer cambiar el estilo de vida de la sociedad, por lo que ideó un proyecto de modificación de las ciudades en las esferas de la legislación y la infraestructura para que repercuta en una mejora de la salud de los residentes y que incluye también la participación ciudadana.

Ya son 1.200 empresas y 120 escuelas en todo Estados Unidos las que se sumaron al proyecto "Blue Zones", como también 120.000 ciudadanos que participarán de manera individual, lo que permitió reducir en un 38% la tasa de obesidad en la localidad de Hampton, Nueva York, y en un 13% en San Luis Obispo, California, en el último año, mientras que los gastos sanitarios en las ciudades participantes en el proyecto del estado de Iowa se redujeron un 40%.