Ricky Kennedy, de 57 años, estuvo muy cerca de perder la vida luego de contraer sepsis por morderse las uñas. Esta enfermedad, conocida por ser un “asesino silencioso”, se produce cuando las sustancias químicas liberadas en el torrente sanguíneo para combatir una infección desencadenan una inflamación en todo el cuerpo. “Comenzó después de morderme demasiado las uñas y una ampolla apareció en mi pulgar”, explicó el hombre.

Preocupado por la ampolla, Rick fue a ver a su médico de cabecera y este le recetó unos antibióticos. Sin embargo, más adelante la infección comenzó a extenderse por su brazo y pecho y debió ser trasladado de urgencia al hospital. “Estaba delirando, no sabía ni siquiera su edad y apenas podía respirar o pararse”, dijo su esposa, Ghislaine, de 65 años, cuando la ambulancia llegó a su casa.

Ghislaine Kennedy, esposa de Ricky
Ghislaine Kennedy, esposa de Ricky

Los médicos le dijeron que tenía un 50 por ciento de probabilidades de sobrevivir y pasó varios meses en el hospital luchando contra la enfermedad.

“En ningún momento pensé que la ampolla en mi pulgar era la causa de todo, era muy pequeña. Me había mordido la uña de esa manera cientos de veces y pensar que eso casi me mata es aterrador. Sentía mucho dolor, no podía moverme, pensé que estaba teniendo un paro cardíaco”, señaló Ricky.

Estuvo al borde de la muerte por morderse las uñas

Ahora, el hombre deberá someterse a una cirugía mayor en su clavícula para poder reemplazar los huesos erosionados, lo que le provoca un dolor insoportable.

Estuvo al borde de la muerte por morderse las uñas

“Tengo suerte de estar vivo. Quizás nunca vuelva a estar tan sano como antes, pero sigo acá con mi familia y eso es lo más preciado para mí”, concluyó Ricky.