Bomberos de la ciudad de Bangkok, en Tailandia, recibieron la llamada de un restaurante asegurando que había una enorme serpiente pitón de ocho metros de largo.

Fueron los empleados del restaurante que al sacar la basura se dieron cuenta de la presencia del animal.

El reptil, que pesa más de 150 kilos, fue controlado por 18 bomberos que hasta incluso se dieron el lujo de sacarse fotos y filmar videos junto al animal.

Finalmente, la serpiente fue puesta en su hábitat natural.