Ocurrió en la localidad rusa de Sosnovy Bor, a 80 kilómetros de San Petersburgo, donde un pescador que se encontraba con su esposa encontró una extraña y pequeña criatura a orillas del río Kovashi.

En un principio se pensó que se trataba de un embrión de pollo “mutante”, pero los investigadores rápidamente descartaron la teoría, según informó Daily Express.

“Este cuerpo no pertenece al de un pescado o ave. Esta criatura tiene un cráneo inusual y no tiene cuello ni alas”, explicó uno de los científicos.

Por su parte, el biólogo del Instituto de Biofísica de Krasnoyarsk, Yegor Zadereev, tampoco fue capaz de identificar a la misteriosa criatura. “Este pequeño intruso no se asemeja a ningún animal conocido”, dijo el hombre, alimentando aún más la teoría de que podría tratarse de un embrión extraterrestre.