Los padres de un nene de 11 años que pesa 95 kilos fueron detenidos luego de que los médicos que atendieron al menor, informaran a la policía que su salud corría peligro. Los doctores comunicaron que el nene acudió al hospital en dos ocasiones en tan sólo un mes, algo que no es frecuente para las personas de su edad.


La madre del nene, de 43 años, reveló que su hijo no padece obesidad por despreocupación de los padres, sino por genética. "Yo soy gordita y la familia de mi marido también es grande. Es la genética. Puede ser gordura genética", señaló en declaraciones al diario The Sun.


Por su parte, el padre dijo: "siempre ha sido grande. No hay nada que podamos hacer al respecto". A pesar de que 95 kilos es casi tres veces el peso recomendado para un chico de su edad y altura, la madre del nene afirmó: "utiliza una Nintendo Wii para mantenerse activo y está a dieta estricta".


Tanto ella como su pareja están siendo investigados bajo sospecha de negligencia infantil y crueldad. "La idea de que podían quitarme a mi hijo me asusta muchísimo. No soy nada sin mis hijos", reconoció la madre. Finalmente, los padres fueron puestos en libertad bajo fianza, firmaron un acuerdo de cuidado del menor con los trabajadores sociales.