Un compendio realizado por la agencia de noticias RT resume los 5 proyectos de Ley más insólitos de América Latina.

El congresista peruano, Marco Falconí, propuso un proyecto de Ley para que se multe a los medios de comunicación por cada falta de ortografía que tengan en su publicación, apelando al daño que causan a la cultura. Ha facultado al Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual de Perú (Indecopi) para que revise la correcta escritura de las publicaciones. Según el diario local 'La Región', de momento es una iniciativa legislativa frustrada.

El diputado del Partido Anticorrupción de Honduras (PAC), Liberato Madrid, presentó un proyecto de Ley para facilitar el cambio de nombres y apellidos feos, degradantes, peyorativos o curiosos.

La Federación Canófila Mexicana (FCM) presentó ante el Congreso del estado de Nuevo León un proyecto de Ley que planteaba la necesidad de "desvocalizar" a perros para que no molesten con sus ladridos, extirpándoles las cuerdas vocales bajo anestesia general. La propuesta provocó multitudinarias manifestaciones de los defensores de los derechos de los animales y finalmente quedó revocada, según informa el portal 'SDP Noticias'.

La diputada del Partido Revolucionario Institucional del estado mejicano de Hidalgo, Rocío Tello, se presentó con la iniciativa "revolucionaria" en un país azotado por el narcotráfico y la injusticia: prohibir que los hombres escupan en el suelo en todo el territorio del estado. Calificó esta práctica de molesta, deplorable y nociva para la salud de los demás, según el portal local Red Política. En la propuesta legislativa, sin embargo, no se menciona que las mujeres y los niños tengan prohibido escupir.

El único de los proyectos que se convirtió en Ley es el de un sistema de bioseguridad en los conductos de aire acondicionado del aeropuerto de Maiquetía Simón Bolívar, el más importante de Venezuela. Busca "proteger la salud de los pasajeros", por lo que las autoridades del estado de Vargas introdujeron una tasa adicional. Desde el pasado 1 de julio, los viajeros pagan 127 bolívares por respirar aire acondicionado con ozono. La medida tributaria, la primera de su tipo, se carga al billete aéreo con el impuesto de salida que recauda el aeropuerto.