El hecho de que las aguas de Hong Kong se vieran invadidas por un brillo azul se debe a la “Noctiluca scintillans”, un organismo unicelular también conocido como “chispa”o “fantasma de mar”. Pero no hay que dejarse deslumbrar por la belleza de este fenómeno, ya que este representa un peligro mortal para la vida acuática.

El brillo azul provocado por el microorganismo marino atrae por su espectacular belleza, pero también evidencia que el agua de las costas de Hong Kong pueden sufrir los devastadores efectos de la contaminación agrícola. Los productos químicos, como el nitrógeno y el fósforo, vertidos en el agua causan un gran aumento del fitoplancton del que se alimenta la “Noctiluca scintillans”, cuya población se incrementa en estas condiciones favorables.

A diferencia de otros organismos similares, la “Noctiluca” no produce sustancias químicas que ataquen el sistema nervioso o partes del cuerpo de otros organismos. Sin embargo, estudios recientes muestran que el “fantasma de mar” puede acumular toxinas -altos niveles de amoníaco- al alimentarse de algas. Como es uno de los eslabones de la cadena alimentaria, la “Noctiluca” transmite considerables cantidades de este veneno a otros organismos que la comen.