El sirio Usaid Barho, un adolescente de 14 años, logró escapar de los yihadistas de ISIS al proponerse como un suicida con una bomba para hacerla explotar en una mezquita en Bagdad, Irak.

Cuando llegó al lugar, Barho se abrió la casaca donde llevaba la bomba y se la mostró a los guardias, quienes pudieron sacarle el dispositivo. El hecho fue grabado y luego colgado en YouTube.

"Levanté mi mano para ser un terrorista suicida. Si hubiese sido un combatiente y me hubiese rendido ante las fuerzas de seguridad me habrían matado", dijo el adolescente sirio.

"Nos sedujeron para unirnos al califato. Instalaron la idea de que los chiitas son infieles, por lo que había que matarlos. También nos dijeron que si no peleábamos, ellos (los chiitas) vendrían a violar a nuestras madres", contó el menor.