El accidente del helicóptero que se precipitó en Nueva York, el pasado 12 de marzo, en las heladas aguas cerca de la isla de Roosevelt y que dejó un saldo de cinco muertos pudo haber sido causado por una arriesgada selfie de uno de los pasajeros.

Las investigaciones apuntan a que uno de los ocupantes de la aeronave realizó un movimiento que provocó que se disparara su arnés y de esa manera activó el comando de vaciado de combustible. El informe preliminar se desprende de las declaraciones del único sobreviviente de la tragedia, el piloto Richard Vance, quien compareció ante la Junta Nacional de Seguridad del Transporte.

Según el relato de Vance, la tragedia se inició cuando uno de los pasajeros se inclinó hacia él para tomar una foto de sus pies colgando en el aire, una maniobra que se suele denominar  “shoe selfie” (selfie de zapatos) y que suele ser promocionada en este tipo de vuelos turísticos sobre la ciudad. 

Una selfie puede ser la culpable del descontrol y caída del helicóptero en Nueva York

Fue entonces que se intentó un aterrizaje de emergencia dado que el motor estaba perdiendo potencia. Sin embargo, cuando alargó la mano hacia la palanca de apagado, el piloto notó que ya se encontraba en la posición de apagado y que el arnés del pasajero estaba debajo de la palanca trabando el sistema.

Además de los cinturones de seguridad, los pasajeros estaban sujetados por arneses, porque las puertas del helicóptero se encontraban abiertas para que pudieran tomarse las espectaculares fotos. De hecho, la propia empresa FlyNYON alentaba esta práctica en su sitio web: “Tus pies en el aire para una #shoeselfie. No puedes evitar reírte por lo increíble que se siente”.

Según el informe dado a conocer el lunes, y publicado por The New York Times, el piloto evaluó aterrizar en el Central Park, pero al no encontrar un área abierta y libre de gente se dirigió al río. Antes de que la aeronave se estrellara, Vance logró enviar un llamada de socorro a la torre de control del aeropuerto La Guardia, pero ya era tarde. Así, desplegó los flotadores para caer en el río.

Por su parte, varios testigos indicaron que el helicóptero volaba más rápido y más bajo de lo que están acostumbrados a ver con este tipo de aeronaves en el East River entre Manhattan y Queens.