La impresionante bola de fuego que surcó los cielos españoles dejó numerosos testigos del fenómeno que aseguran que pudieron ori una especie de "explosión" y un leve temblor. 

"Es probable que una parte de la roca haya sobrevivido a su brusco paso por la atmósfera, cayendo al suelo en forma de meteorito", plantean los especialistas.

Actualmente, se investiga si se desintegró por completo o si, por el contrario, algún fragmento cayó a tierra durante su recorrido a una velocidad de 72 mil kilómetros por hora.