En el marco de la contraofensiva que lleva adelante el gobierno ucraniano para recuperar las regiones que, principalmente en el Este del país, están en poder de separatistas prorrusos, ya se produjeron decenas de muertos mientras Kiev promete profundizar las acciones militares.

El ministro de Defensa en funciones, Mijaíl Koval, recalcó que las acciones militares van a proseguir hasta que las regiones orientales del país sean liberadas de las milicias prorrusas. "Vamos a actuar hasta que esa región comience a vivir y trabajar con normalidad", dijo.

Recalcó que las acciones militares van a proseguir hasta que las regiones orientales del país sean liberadas de las milicias prorrusas y se restablezca la actividad de los órganos gubernamentales, incluidos el Ministerio del Interior y el Servicio de Seguridad, para que respondan al gobierno de Kiev.

Las fuerzas del Estado, añadió, "hacen todo lo posible por impedir que la desestabilización se extienda a otras regiones" del país, profundizando la llamada "operación antiterrorista" en regiones como Donetsk y Lugansk, que virtualmente están en poder de los separatistas.

El responsable de Defensa aseguró que las bajas mortales sufridas por el Ejército desde que comenzaron los choques armados en las regiones orientales del país "son poco más de veinte", aunque se trata de una cifra que algunos observadores califican como "conservadora"; mientras que entre las filas de los milicianos separatistas ya se cuentan por cientos.

La última acción de envergadura en la zona fue el derribe de un helicóptero ucraniano en Slaviansk, produciendo el fallecimiento de 14 militares que responden al gobierno central de Kiev: trece soldados y un general.

El presidente interino Alexandr Turchínov así lo confirmó: "He recibido información desde el mismo Slaviansk acerca de que los terroristas derribaron nuestro helicóptero que llevaba soldados de relevo. Catorce militares han muerto, incluido el general Kulchitski", señaó el mandatario interino a medios de prensa locales.