"Yo no voy a renunciar. Si quieren, que me derriben, porque si yo renuncio sería una declaración de culpa", dijo Temer al diario Folha de São Paulo.

El presidente de Brasil, Michel Temer, quien operó para destituir a Dilma Rousseff, ahora está al borde de ser eyectado del sillón presidencial, sin apoyo político y  con una multitud en las calles pidiendo su salida. 

"Se creó un clima que permea esta entrevista de que va a ser un desastre, de que Temer está perdido; yo no estoy perdido", subrayó a Folha. "Voy a revelar fuerza política a lo largo de las próximas semanas, con la votación de leyes importantes", agregó y reconoció que el estallido del escándalo "causó un mal a la economía del país", en pleno proceso de recuperación.

Días atrás la prensa difundió un audio en el que se escucha a Joesley Batista contarle a Temer del millonario soborno que pagaron al  extitular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, para evitar que colaborara con la Justicia y brindara detalles de los ilícitos cometidos dentro de su partido, el PMDB. El mandatario brasileño asegura que esa grabación fue alterada.