Luego de que la Presidenta Dilma Rousseff quedara suspendida de su cargo por 180 días, el actual vicepresidente asumió en el cargo cerca del mediodía en carácter de interino y esta tarde brindó un discurso.

Allí le "pidió confianza al pueblo" y aseguró que es "necesario rescatar la credibilidad de Brasil". "Necesitamos gobernabilidad" dijo en otra parte de su alocución y en el mismo discurso expresó que "tenemos una democracia que debería enfocarse en la eficacia".

Más tarde aseguró que el gobierno provisorio hará "un esfuerzo extraordinario" y confirmó que "quiere eliminar la incertidumbre debido a la inflación". "Adoptaremos medidas para incentivar el comercio, la industria y la agricultura" confirmó.

El presidente interino también prometió que no tocará los planes sociales del gobierno de Rousseff. "Ninguna reforma alterará los derechos adquiridos", dijo. A su vez atacó a la gestión que lo tuvo como funcionario y con la cual ahora logra llegar al Ejecutivo. El mandatario dijo que quiere un país "de verdad" y "no artificial" como el actual.

Ya en diciembre del 2015 le había escrito una carta a Dilma Rousseff planteándole que no era un vice "decorativo" para "al que solo se recurre para solucionar crisis y conseguir el apoyo del Congreso".

Apoyado por diversos grupos económicos, Temer rompió con Rousseff y por si no quedaban dudas el periódico Valor Económico difundió, hace unos meses, audios en los que el político ya hablaba de sí mismo como futuro presidente; un hecho que finalmente se confirmó tras la suspensión de Rousseff por la votación del Senado.