Los festejos por Año Nuevo se repitieron en todo el mundo, y en la mayoría de los casos se caracterizaron por shows de fuegos artificiales; aunque no fue el caso de Dubái, donde el majestuoso edificio Burj Khalifa brilló con un espectáculo que se metió en los Guinness.

Concretamente, el show ‘Light Up 2018’ que llevó a cabo la torre de 828 metros se convirtió en “el más grande desde un solo edificio”, para ingresar en el prestigioso libro de récords. Se trató de un espectáculo de luces y sonidos, que duró casi siete minutos y que comenzó a la medianoche.