A las 13:30 del pasado sábado el ciudadano holandés y un amigo/acompañante ingresaron a un local de comidas rápidas ubicado en calle 49 Este de la capital panameña. Luego de realizar su pedido, se sentaron a comer.

Tras unos 15 minutos de charla, una moto con dos personas a bordo se detuvo en la puerta del local. Uno se bajó e ingresó y mientras el otro lo esperó afuera. Las cámaras de seguridad del restaurante registraron toda la dramática secuencia, que no duró más de unos pocos segundos.

El sicario, que vestía remera negra y blanca, cruzó la puerta, se acercó por detrás a Jacob van der Hart y cuando estuvo a menos de un metro, sacó un arma de su pantalón, apuntó y disparó. El agresor no medio palabra ni se intimidó de estar a la vista de todo el mundo. Simplemente lo ejecutó y se marchó en la moto que lo esperaba afuera.

Como se aprecia en el video, la víctima recibió el tiro en la cabeza y se desplomó en el suelo. Pero increíblemente Van der Hart no murió. El holandés se encuentra en la sala de cuidados intensivos del Hospital Santo Tomás peleando por su vida.

La prensa panameña aseguró que se trata de un ataque de características mafiosas y asoció automáticamente este 'trabajo' con el homicidio de otro ciudadano holandés, Halid Jafatts, que fue baleado en la puerta de un boliche, el 27 de diciembre, en la misma zona de la ciudad.