Luego de más de medio siglo de bloqueo económico, Estados Unidos autorizó la instalación de una fábrica en las islas.

Se espera que se emplee a unos treinta locales en el primer año de producción. Se trata de la primer inversión de peso de Estados Unidos en Cuba desde la revolución comunista de 1959.

Desde el anuncio del restablecimiento de las relaciones bilaterales en diciembre de 2014, Obama intenta sacar provecho, a través de decretos,  de los resquicios legales dentro del embargo.

Las directrices permiten transacciones económicas en determinados “proyectos humanitarios” que estén relacionados con el “desarrollo agrícola y rural que promuevan una actividad independiente”.

Por otro lado, el ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, inició este lunes una visita de cuatro días a Estados Unidos.