La importación de los fármacos T100 y TC100- elaborados a base de cannabis- fue autorizada el pasado enero por parte del Instituto de Salud Pública (ISP) de Chile. 

El producto es elaborado por el laboratorio canadiense Tilray y fue catalogado como un medicamento paliativo del dolor. Ambas versiones del fármaco serán distribuidas en frascos de 25 ml, de solución oleosa y tienen dos versiones de acuerdo a la cantidad de tetrahidrocanabinol (TCH).

El compuesto corresponde al principio activo más potente del cannabis y  es el responsable de la gran mayoría de sus efectos. Hasta el momento son dos farmacias, en Santiago de Chile, las que venden el producto que requiere de prescripción médica. 

“Este es un plan piloto para poder dar acceso a los médicos a un producto con un alto estándar, que les dé seguridad y que permita replicar resultados que se han obtenido en otros países”, sostuvo Roberto Roizman, presidente del directorio de Alef Biotechnology, quien además aclaró que Chile es el primer país en Latinoamérica en comercializar este tipo de medicamentos en farmacias.