El último sábado en Nueva York, Donald Trump presentó a su compañero en la carrera presidencial que ya es un hecho;  el gobernador de Indiana Mike Pence será su vice ante un partido conservador que terminó por aceptar al empresario millonario como su único representante. 

"Pence fue mi primera elección, he admirado su gestión en Indiana. Es una persona sólida", dijo Trump de su compañero de fórmula que ahora compartirá con él la convención del partido conservador que tiene lugar en Cleveland, Estados Unidos. 

El "fenómeno Trump" sacudió el partido al demostrar el falso contacto entre el establishment republicano y sus votantes que optaron por Trump ante el resto de los candidatos a pesar de su discurso racista y misógino. 

Pero no sólo se trata de la cuestión racial que sacude a Estados Unidos con fuertes cruces entre la policía y la comunidad negra; sino que también el empresario inmobiliario apuesta a un mensaje proteccionista en lo económico, el aislacionismo en política exterior y defiende el gasto en algunos beneficios sociales; generando malestar al interior de las cabezas del partido. 

A pesar de los quiebres internos- como las ausencias de los Bush, de los senadores Mitt Romney y John McCain o Marco Rubio, senador por Florida, que compitió en las primarias- los republicanos intentarán mostrarse fuertes y unidos ante la candidatura de Hillary Clinton que ya contó con el apoyo de su principal opositor Bernie Sanders.

Racismo y violencia

Cleveland se convirtió en un verdadero fortín dado el despliegue de seguridad ante la presencia de una multitud de simpatizantes republicanos, incluso se propuso que los ciudadanos no puedan asistir armados en un clima enrarecido tras los tiroteos que se generaron tras la violencia policial y que terminaron con efectivos asesinados. 

Trump, cuyo discurso es notoriamente racista, no duda en hacer comentarios en sus discursos o chistes sobre el "peligro inmigrante" o de las minorías; incluso fanáticos del Ku Klux Klan se mostraron simpatizantes del candidato. 

“Aún tiene mucho trabajo por delante en el frente de la unidad, para tener una oportunidad de ganar las elecciones necesita el respaldo del 90% de los republicanos y en las últimas encuestas solo contaba con el 75% u 80%. Mitt Romney logró el 93% de estos en 2012 y aun así perdió por cinco millones de votos”, advirtió Geoffrey Skelley, del Centro de Política de la Universidad de Virginia a El País. 

Por lo pronto la ciudad está fuertemente controlada y se espera que los cuatro días transcurran con total normalidad hacia el nuevo paso en el que se decidirá quién sucederá a Barack Obama.