"Haré lo que pueda para que sea la próxima presidenta de Estados Unidos", aseguró el senador de Vermont y precandidato demócrata Bernie Sanders en un mitín del partido que compartió junto a Hillary Clinton, la favorita en ese ala. 

Hace casi 40 días que Clinton ya cuenta con los delegados suficientes para erigirse en candidata demócrata definitiva ante las elecciones de noviembre, pero el político mantuvo su candidatura para obligar a los demócratas a virar a la izquierda y presionarlos con diversos temas como por ejemplo, el uso de armas, temas educativos y de sanidad. 

En el estado de New Hampshire, donde Sanders ganó la primarias, este aseguró que su otrora rival “será una presidenta excepcional”. Y agregó: “Hillary Clinton entiende que debemos arreglar una economía que está manipulada y que manda la mayor parte de la riqueza al 1% que está arriba. Sabe que si alguien trabaja 40 horas a la semana en América, esa persona no debería vivir en la pobreza”.

“Con su ayuda, estamos uniendo fuerzas para derrotar a Donald Trump, ganar en noviembre, y sí, juntos construir un futuro en el que todos podemos creer", exclamó Clinton además de pedir el fin del “racismo sistemático” y el retiro de "armas de guerra" de las calles.