La iniciativa es impulsada en el Europarlamento como represalia por la intervención de Moscú en Ucrania y su apoyo a los separatistas en el este y el sur del país, donde milicias prorrusas tomaron edificios públicos de diferentes regiones y se declararon "independientes" del gobierno provisional ucraniano.

Así, los legisladores del parlamento pertenecientes a sus principales bloques (conservadores, socialistas, liberales y verdes) emitieron su "condena en los términos más enérgicos" a lo que califican como "creciente desestabilización y provocaciones en el este y sur de Ucrania".

Asimismo, rechazaron los referendos al estilo de Crimea, donde se busca el apoyo de la población mayoritariamente rusófila a la independencia anunciada por los prorrusos que tomaron el gobierno de la región.

Según los eurodiputados, iniciativas de ese tipo "podría ser utilizada como falso pretexto por parte de Rusia para intervenir militarmente". Por esa razón, urgen a Rusia "a retirar de inmediato su presencia apoyando a los separatistas violentos y las milicias armadas", incluso que "retire tropas de la frontera este de Ucrania".

Al mismo tiempo, defienden el operativo "antiterrorista" lanzado por el gobierno de Kiev, encabezado por el presidente provisional Viktor Yanukovich, porque "las autoridades ucranianas tienen pleno derecho a utilizar todas las medidas necesarias, incluyendo el derecho a la autodefensa", según despacho de Europa Press.

Los legisladores también plantean tomar "medidas contra las empresas rusas y sus filiales, particularmente el sector energético, así como contra las inversiones y los activos rusos en la UE", además de "revisar todos los acuerdos con Rusia para su posible suspensión".

El proyecto de resolución se conoce a horas de que la OTAN anunciara el despliegue "inmediato" de sus fuerzas navales, aéreas y terrestres en la frontera con Rusia de sus países miembros y aliados.

Ello significa que "tendremos más aviones en el aire, más barcos en el mar y más operativos en tierra" en la zona, según sostuvo el miércoles el secretario general de la alianza militar entre Estados Unidos y Europa, Anders Fogh Rasmussen.